La base de una piel sana reside en su capacidad para retener la humedad y nutrientes. Cuando admiramos una piel joven y radiante, estamos presenciando la piel en su mejor etapa: la estructura de la piel aún se mantiene gracias a sus aceites producidos de forma natural. Cuando estos empiezan a disminuir, tenemos que empezar a nutrir la piel con aceites y grasas esenciales.
Podemos transformar su estado radicalmente si alimentamos nuestra piel con aceites.
Aceites esenciales y grasas
Todos somos conscientes de que para mantener nuestro cuerpo sano, debemos incluir aceites vegetales en nuestra dieta ya que son ricos en ácidos grasos. Estos son cruciales para nuestra salud porque están involucrados en muchos procesos del cuerpo. La manera que afecta esta falta de grasas a nuestra piel es en una gran sequedad, e inflamación. El cuerpo no produce ácidos esenciales por si mismo, sino que tenemos que adquirirlos con los alimentos que consumimos. De la misma manera, para mantener la piel sana tendremos que seguir el mismo principio: nutrir la piel con aceites. Este es uno de los pasos más importantes para el cuidado de la piel.
La tensura de la piel depende de la actividad de nuestras células al sintetizar lípidos (grasas), y otras sustancias biológicas. Los ácidos grasos, abundantes en los aceites, contribuyen a preservar la humedad de la piel (al fortalecer la función de barrera); la nutren (mejorando la síntesis de los lípidos); mantienen la elasticidad de la piel y reducen la inflamación. Cuando utilizamos aceites mantenemos nuestra piel nutrida, fuerte y flexible, evitamos que se produzcan posibles reacciones inflamatorias.
Tenemos que tener en cuenta que con la edad, nuestra piel se vuelve menos resistente y fuerte, por lo tanto, es capaz de producir menos grasas. Como resultado, comienza a perder luminosidad y humedad. La sequedad y la falta de brillo de la piel son señales de que necesita nuestra ayuda, para restablecer el equilibrio de las grasas de la piel.
¿Por qué es importante nutrir la piel con aceites?
Si aplicamos los aceites con un masaje, aceleraremos la absorción en las capas superiores de la epidermis. Es allí donde el aceite comienza a restaurar la función de barrera de la piel. En la mayoría de los casos, incluso después de pocas sesiones, el brillo de la piel se puede ver regresar lentamente.
La barrera lipídica experimenta todo tipo de daños a diario, por lo que es importante cuidarla constantemente. Los aceites regulan los procesos vitales de la piel y la mantienen húmeda, disminuyendo así la velocidad el envejecimiento.
Lo mejor es que hay tantos aceites como beneficios y propiedades. ¿Con cual te animas hoy?
- Combinalo con una tarde de relax: Masaje circulatorio de 30′ para activar todo el sistema circulatorio.
El Masaje Circulatorio es una técnica cuya finalidad es la de activar el riego sanguíneo y linfático favoreciendo el intercambio celular. Al movilizar los líquidos corporales, se consigue por un lado, que los nutrientes lleguen mejor a las células, y por otro, que las toxinas circulantes alcancen los órganos y ganglios encargados de eliminarlas.
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