¿Cómo es Diana Guill?
Mis 3 pilares más importantes son: mi familia, mi negocio y el deporte.
Mi familia es mi gran apoyo, mi negocio es el proyecto personal de mi vida, y el deporte mi válvula de escape. Me encanta moverme y estar en acción. No me asusta probar cosas nuevas o diferentes. Eso me ha hecho disfrutar durante años del baile africano, baile bollywood, batuka, y ahora estoy muy metida en el mundo del yoga y el running. Acompaño el deporte con una pasión muy importante también por la comida, me gusta comer saludable, descubrir nuevas recetas y reinterpretar platos de otras culturas. Me gusta comer, hacer deporte y cuidarme, obvio. Pero no solo con cremas y tratamientos, sino también cuidandomepor dentro. No me separo de mi ebook y la lectura me lleva a todos esos países a los que quiero ir o volver. Me gusta ponerle mimo a las cosas y hacerlas con sentimiento.
¿Cuál es tu historia?
Empecé a interesarme en el mundo de la belleza de la mano del maquillaje.
De pequeña siempre veía las peliculas de ciencia ficción, de fantasía, y me asombraban la caracterización y los efectos especiales. Quería ser capaz de crear ese tipo de magia. Asi que pronto empecé a investigar en el tema y me adentré en el fascinante mundo del make-up. Nos sentimos más fuertes cuando nos ponemos maquillaje, y también somos capaces de convertirnos en una persona totalmente diferente. Para mi, el maquillaje es magia.
Cuando era niña, recuerdo ir caminando por la calle y fijarme en las caras de las personas con las que me cruzaba. Me gustaba imaginarme como resaltar sus facciones, qué paleta de colores les iría bien, cómo les potenciaría los rasgos… empecé estudiando maquillaje para dar rienda suelta a mi espíritu creativo, y me especialicé en caracterización y efectos especiales. Trabajé en cortometrajes, ayudando en películas de cine, maquillando para anuncios, publicidad, y en grandes pasarelas. ¡Me encantaba!
Hubo un momento en el que quise hacer más. Como el mundo del maquillaje me apasionaba, quise profundizar mis conocimientos en el cuidado de la piel, que es la base necesaria para cualquier maquillaje. Así es como amplié los estudios de estética en la prestigiosa escuela Jean D’Estrées. Salí de allí con un conocimiento más completo de cómo podía cuidar y tratar la piel, para dejarla más sana y bonita.
¿Y entonces, cómo surgió el centro de estética Diana Guill?

Después de unos años trabajando como free-lance en maquillaje y estética, decidí abrir mi propio negocio en 1997. ¡Wow, qué rápido se ha pasado!
Mi intención al inaugurarlo era crear un lugar especial, donde poder cuidar a personas por dentro y por fuera. Quería darles una experiencia de relax y satisfacción completa: trato cercano, ambiente agradable y un equipo profesional conocedor de sus necesidades. Me ilusionaba poder crear un salón íntimo donde la gente cuidara su piel y se encontraran a gusto con nuestro trabajo y atención. ¡Y esa idea inicial perdura y se mantiene en nuestro día a día: Trabajamos con cariño y respeto por las pieles. Además colaboramos con muy buenas casas ¡y los resultados se notan! No vendemos cualquier marca, todas con las que trabajamos tienen una historia detrás, personas haciendo un gran trabajo, y fórmulas que funcionan. Este es el ADN de Diana Guill.
¿Cómo ha ido evolucionando el centro desde entonces?
No hemos dejado de reinventarnos. Al principio el centro estaba más enfocado en la venta de cosméticos, y teníamos las dos paredes llenas de producto. Vimos que año a año los clientes nos demandabais mas servicio en cabina, y la parte de venta al publico la fuimos reduciendo en consonancia. Además esto se ha visto acentuado por la digitalización de muchos negocios, y nosotros también pasamos al mundo digital. Abrimos nuestra propia tienda online hace unos años, donde a día de hoy seguimos ofrecemos la comodidad de adquirir tus productos de siempre, desde casa, o desde el móvil.
La venta al público en el local físico se transformó en más espacio para los servicios de estética. Actualmente disponemos de 3 cabinas donde realizamos servicios de micropigmentación, tratamientos corporales, faciales, o pestañas; el área de pedicura, y la de manicura. Además tenemos el beauty bar, donde trabajamos la parte del make-up, ofreciendo maquillajes y cursos de automaquillaje para que aprendas a sacarte el mejor partido.
Ha sido un auténtica transformación. Llevar un negocio propio tienen sus altos y bajos, no todo es un camino de rosas, esto lo sabrá cualquier emprendedor. Pero disfruto con este trabajo como si fuera el primer día que abrí. Y esa pasión y mimo que le ponemos se nota: De hecho el centro ha recibido varios premios de excelencia por la calidad de nuestro trabajo y por las valoraciones que nos habéis dado todos vosotros. ¡Gracias a todos!

¿Como os manteneis al día con todos los nuevos servicios, productos, tecnologias que salen?
Considero que la formación contínua es esencial para seguir ofreciendo lo mejor a mis clientes. Por eso nuestro equipo se apunta cada año a nuevos cursos, workshops, seminarios, formándonos en nuevos y diversos ámbitos del cuidado de la piel. Así conseguimos estar a la vanguardia de la estética profesional.
Por ejemplo, en los últimos años hemos incorporado nuevas técnicas como: micro-pigmentación con efecto sombreado. O nuevos tratamientos faciales como el masaje kobido, que aunque es una técnica milenario le damos un giro y nuestra propia marca personal ahora que vuelve a estar tan de moda. También hemos incorporado el servicio de nutri-cosmética, con el que damos asesoramiento personalizado de la mano de nuestra dietista.
¿Qué tienes en mente para el futuro del centro?
Seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: cuidarte.
Este es mi proyecto de vida personal, y me encantaría seguir compartiéndolo contigo.